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jueves, 27 de septiembre de 2012

INAUGURACIÓN DE LA CÁTEDRA ARGENTINA EN LA UNIVERSIDAD DE GEORGETOWN: CONFERENCIA DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN

DISCURSO DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA CÁTEDRA ARGENTINA, DE LA ESCUELA DE POLÍTICA EXTERIOR-CENTRO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, EN LA UNIVERSIDAD DE GEORGETOWN, WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS





Muy buenos días a todos y a todas.
Estudiantes, catedráticos y argentinos que hoy nos acompañan en este espacio de creación de la Cátedra Argentina que, realmente, fue para mí una sorpresa cuando nuestro Embajador nos anunció que se inauguraría en la Universidad de Georgetown una universidad en la que yo he tenido el gusto de venir a exponer hace unos cuantos años, creo que vine a un seminario invitada sobre medios de comunicación y campañas políticas.
Esta es la segunda oportunidad en que expongo aquí en Georgetown, pero realmente lo que me movilizó mucho fue la creación de una cátedra argentina que, dicho sea de paso, no es solventada en absoluto por el Estado argentino, sino que al contrario, es parte de la contribución que particulares han hecho a la creación de ese espacio.
Agradecemos también a la Universidad el interés por conocer parte de la realidad latinoamericana, parte de la realidad de América del Sur que también es parte argentina.
Y esto tiene que ver con lo que…Yo charlaba hace unos años con el entonces titular de la Universidad de Columbia, cuando intercambiando opiniones decíamos que Estados Unidos, luego de la caída del Muro de Berlín, cuando finalizó el período de la Guerra Fría, hasta ese momento había en todas sus universidades y no solamente en sus universidades, sino en todas sus instituciones, think tank, espacios  muy importantes tendientes a conocer la realidad de todos y cada uno de los países porque, obviamente, era una potencia importante que en el marco de la Guerra Fría disputaba espacios con el otro gigante de la posguerra que era la Unión Soviética y, por lo tanto, había prestado una especial atención a todo lo que sucedía en el mundo.
Charlando con el presidente de la Universidad de Columbia y luego de la caída del Muro de Berlín, él decía y yo asentía con él, que observaba con preocupación un cierto retraimiento de Norteamérica hacia adentro, especialmente como que a muchos norteamericanos, inclusive catedráticos o académicos, se habían vuelto hacia adentro y que ya no les interesaba tanto lo que pasaba afuera, sino fundamentalmente, lo que pasaba adentro de los Estados Unidos. Yo dije, “bueno, la verdad que es una mala noticia, tanto tiempo pelear para ser primer país del mundo y luego no interesarse por lo que pasa en el mundo, realmente no es bueno”.
Por eso saludé con tanta alegría la creación de esta Cátedra Argentina que permitirá poder acceder a intercambio de opiniones que nos permitan conocer qué es la República Argentina y cuál es su rol en la región.
En principio, me parece que para entender a la Argentina, bueno es hacer una suerte de paralelismo o una teoría de diferencias y similitudes con el propio país en el cual estamos: Estados Unidos. Sobre todo, porque tenemos regímenes constitucionales sumamente parecidos, para ser más exactos la Constitución argentina es una copia de la Constitución de los Estados Unidos, a fuer de ser sinceros no fuimos nada originales, copiamos la Constitución de los Estados Unidos y luego se hicieron algunas modificaciones pero que no difieren sustancialmente en cuanto a la forma de gobierno, un sistema presidencialista, con control parlamentario a través de dos Cámaras, con una Corte independiente, esa fue la Constitución.
Pero en realidad, me gustaría comparar los 200 años de nuestra historia con los un poquito más de los 200 años de la historia de Estados Unidos, porque muchos se preguntarán cómo puede ser que Argentina, un país octavo en materia de espacio territorial, con innumerables recursos naturales, riquezas, con recursos humanos altísimamente calificados, haya tenido tantas crisis recurrentes. Y a mí me gusta con esto, hacer una similitud con la historia de los Estados Unidos.
Yo creo que ambos países nacimos como colonias: unos, colonia del Imperio Británico, otros, colonia del Imperio Español. Nuestro desarrollo e independencia fue un poquito antes el de Estados Unidos, pero en términos históricos fue prácticamente en la misma etapa, en un mundo imbuído de los ideales libertarios, de democracia y de independencia de las colonias, de autonomía de las sociedades, etcétera, etcétera.
¿Qué fue lo que realmente no permitió que, por ejemplo, Argentina, que supo ser durante la década de los años 50 primera economía latinoamericana, primer PBI latinoamericano, haya tenido tantos problemas en su historia?
Bueno creo que se debe a cosas propias, a errores propios, a concepciones que pasaron en nuestro país y también a interacciones que hubo en América en general, también de parte de Estados Unidos en su rol de potencia mundial y también con un preponderante en América latina.
Yo marco un punto de inflexión que fue, para que ustedes comprendan, la Guerra de Secesión aquí en los Estados Unidos y lo que fue, por ejemplo, la Batalla de Caseros en mi país, la República Argentina.
Ustedes se preguntarán qué fue la Batalla de Caseros. Bueno, en la Batalla de Caseros resultó derrotado un proyecto de país, incipiente que luchaba por agregar valor a sus productos, por industrializar sus productos, sus productos salían prácticamente como materia prima sin ningún valor agregado hacia Inglaterra donde se agregaba valor y, por lo tanto, éramos meramente productores de materias primas y de commodities.
Todo esto comenzó a cambiar a partir de la llegada al gobierno de una serie de hombres y mujeres, tal vez la figura más representativa –yo sé que esto va a causar polémicas a mi país pero estoy acostumbrada y además las polémicas son buenas, hacen bien a lo académico, para venir a decir cosas que estén todos de acuerdo la verdad es muy aburrido- fue Rosas con sus oscuros y sus claros, porque no hay hombre en la historia que haya historia que no tenga claros y oscuros, el único que no tiene claros y oscuros es Dios y está en el cielo, no puedo hacer política acá terrenal con los hombres, lo cierto es que él y otros hombres creían necesario agregar valor a nuestros productos, a nuestros cueros, que no fueran cueros crudos a Estados Unidos para ser devueltos en botas, en talabartería, en lo que era la industria. La carne, por ejemplo, se exportaba ganado en pie a Inglaterra, ellos querían, obviamente, salarla en la Argentina, tratar los cueros en la Argentina, etcétera, etcétera.
¿Qué tiene que ver esto con la Guerra de Secesión dirán ustedes? Y muy simple: más de la anécdota de la Cabaña del Tío Tom, en la cual en la cual le contaron al mundo que, en realidad, la gran lucha era para liberar de la esclavitud, que fue algo muy importante, pero fíjense ustedes, cuando libera Estados Unidos de la esclavitud y la Argentina también fue una de las primeras medidas cuando fue…de 1810, en 1813 liberan a los esclavos, en realidad, la Guerra de Secesión tuvo como escenario una discusión de modelo de país en los Estados Unidos claramente: el sur, de los que plantaban algodón, que sostenían la esclavitud, que querían ser un país exportador de materias primas, tener mano de obra barata, por eso los esclavos, y el norte, el de Lincoln, el del general Washington, que querían a los negros trabajando en las fábricas, agregándole valor al algodón que cultivaban en el sur y además, con suelos que les permitieran comprar las camisetas o camisas o ropa y desarrollar un fuerte mercado interno, una industria. Un país que no solamente produjera recursos, que los tienen y también en mucho aquí en Estados Unidos, sino que además agregara valor a sus productores.
Bueno, aquí venció el general Washington y no el general Lee y allá en mi país, no les voy a decir el nombre del general que venció porque seguramente si no mañana hay polémicas, pero venció el homónimo, digamos, del general Lee, de los que querían realmente ser una perla en el entonces Imperio Británico que era el imperio que manejaba la épocas y seguir siendo productores de materias primas, con altibajos, con adelantos, con interregnos, con la irrupción del voto popular, en 1912, por la Ley Sáenz Peña, de gobiernos populares, como el radical don Hipólito Yrigoyen, que también tuvo una política nacional en materia de Relaciones Exteriores, que incorporó a grandes sectores de la clase media, con el fenómeno de la inmigración europea de fines del siglo XIX y principios del siglo XX…
Bueno, quien les habla, es nieta de inmigrantes españoles. De mis cuatro abuelos, tres son españoles y mi esposo, el ex presidente Kirchner, también, de sus cuatro abuelos, dos…Bueno, él era enteramente…Yo tenía algo que ver con la historia de Argentina porque venía de los gallegos, pero en realidad, él venía de muy Europa, de los alemanes, de los suizos y de los croatas.
Esta es la Argentina, una Argentina muy diversa, una Argentina con un conglomerado muy cosmopolita, porque tiene una fuerte base de inmigración, lo que fue la segunda…y hoy es la tercera inmigración que es inmigración latinoamericana, uruguayos, paraguayos, bolivianos que constituyen también gran parte de la mano de obra de nuestro país.
Muchos economistas han definido las idas y los vaivenes de la Argentina como el “stop and go” de la economía. Yo, en realidad, los he definido como puntos de inflexión y una lucha permanente entre dos modelos de país: entre un modelo de país que quería ser y hacer lo que, por ejemplo, hace Estados Unidos o hacía Estados Unidos, ahora con la maquila y la manufactura en el exterior también ese es otro tema en Estados Unidos, pero por lo menos, hasta hace muy poco tiempo, Estados Unidos era una gran potencia industrial caracterizada por obreros con muy buenos salarios que permitían el sueño americano de que un obrero pudiera llegar a ser presidente y, además, una “american way of life” y esto, en definitiva también, fue una puja permanente en la Argentina.
Otro hito en la Argentina, es la irrupción –y esto no es porque yo sea peronista, que, por supuesto, todos saben que pertenezco a ese partido político-, pero otro momento, otro hito también en la historia de Argentina, es la aparición del peronismo.
Algunos creen que apareció el general Perón; yo creo que el general Perón aparece producto de la historia, producto de lo que sucede en la Argentina cuando comienza un período de sustitución de importaciones que comienza con la Primera Guerra Mundial y que se acentúa con la Segunda Guerra Mundial, donde la Argentina, producto de que el mundo estaba en guerra, comienza a sustituir importaciones, a desarrollar una fuerte industria que la convierte, les decía yo en los años 50, en el primer PBI de Latinoamérica donde desarrollamos los primeros aviones a propulsión. Fueron desarrollados en la República Argentina donde comenzó a desarrollarse fuertemente la industria automotriz y los ferrocarriles, donde tuvimos una potente marina mercante, donde se desarrolló un movimiento obrero con alto grado de sindicalización, lo que nos permitió tener la mejor distribución y aún hoy, tener la mejor distribución del ingreso en toda Latinoamérica.
Bueno, y ahí aparece también Estados Unidos, ya interactuando, no solamente con la Argentina, sino con la región, en especial, con el peronismo a través de la figura del embajador legendario, Spruille Braden, embajador americano que se opuso fuertemente a la candidatura del presidente Perón, encabezaba las marchas de la oposición.
Sí, esas cosas pasaban en el pasado. Hoy, por lo menos, si se hacen, se hacen más disimuladamente. Pero en aquella época, era…
Hay un chiste que circula en todos lados y nadie puede sentirse ofendido: dicen que el único lugar de América donde no hay golpes, es en Estados Unidos y eso es por qué, porque no hay ningún embajador americano y, entonces, no puede haber golpes.
Pero, realmente, la figura del embajador americano Spruille Braden, encabezando las marchas de la oposición contra Perón, bueno, fueron un hito, un hito que también marcó un cierto grado en la sociedad de mucha prevención hacia el intervencionismo. Intervencionismo de Estados Unidos, que por cierto, no solamente se produce en Argentina, sino que se produce cada vez fuerte en toda la región.
Recordemos que en el año 30, cae el Imperio Británico, se declara la inconvertibilidad de la libra y comienza a surgir muy claramente, luego de la Segunda Guerra Mundial, como potencia hegemónica sin lugar a dudas, Estados Unidos, Norteamérica, y se consolida el otro gran gigante, el Oso Ruso, desatándose lo que durante muchos fue el mundo bipolar, la Guerra Fría.
América latina, Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, fueron un escenario muy fuerte de esta Guerra Fría a través de dictaduras militares y a través de lo que se denominó la Doctrina de Seguridad Nacional.
De hecho, fuertes denuncias en ese sentido, también quiero reconocer, justo es hacerlo, que en el golpe más sangriento que se recuerde, mucho más terrible también que del de Pinochet, por la cantidad de víctimas, si es que puede hacerse un inventario de las víctimas, debemos recordar sí, y quiero hacer hincapié en esto, la figura del presidente Carter, Jimmy Carter, quien junto a su secretario de derechos humanos, tuvo un rol muy preponderante en intervenir muy activamente en lo que eran las violaciones a los derechos humanos que se producían en ese momento en mí país, logrando la liberación de algunos argentinos que, de no haber sido por Jimmy Carter, hubieran muerto. El caso, voy a nombrarlo porque es el padre de nuestro Canciller, que era periodista, Jacobo Timerman, quien no solamente estuvo preso y fue torturado, sino que precisamente por la intermediación del presidente Jimmy Carter y la presión que ejerció la comunidad judía aquí en Estados Unidos, logró ser liberado, sino, hubiera sido un detenido desaparecido más.
Por eso yo hablo de los claros y de los oscuros. Y también, de las buenas relaciones que en ese momento tenía también la dictadura por esto de algunos partidos de izquierda que también olvidan las cosas que pasaron. La buenas relaciones que tuvo la dictadura argentina porque con Rusia, por ejemplo, porque la dictadura argentina fue la única que no respetó el embargo cerealero que Estados Unidos había decretado sobre la Unión Soviética. Por eso, en el mundo los partidos comunistas criticaban mucho más a la dictadura de Pinochet que a la dictadura de Videla.           
Esto es un poco para desmistificar y desangelizar las posiciones en política y lo que realmente es la real “politic”.
Pero el 24 de marzo de 1976, donde prácticamente la Argentina había llegado a una distribución del ingreso, entre capital y trabajo, cercana al “fifty-fifty”, algo que siempre hemos enarbolado como una bandera muy importante para el peronismo, nosotros no practicamos el antagonismo entre capital y trabajo, sino la articulación y la conciliación entre capital y trabajo y la distribución equitativa del PBI en 50 por ciento para los trabajadores y 50 por ciento para el capital, lo cierto es que cuando se produce el golpe del 24 de marzo de 1976, la Argentina estaba muy cerca de este “fifty-fifty”, la deuda externa llegaba a poco menos o poco más de 5.000 millones de dólares y realmente, más allá de los problemas que había de violencia, que eran comunes al mundo y comunes a la región, lo cierto es que comienza un período de decadencia, de desindustrialización que no paró realmente y que llevó finalmente a implosionar en el año 2001.
Para que ustedes tengan una idea, había una propaganda durante la dictadura que era un señor que se sentaba en una silla que decía “hecha en la Argentina”, “made in Argentina”, y la silla se rompía; se sentaba en una que decía “made in China” o “made in USA” o “made in Germany” y la silla era buena y resistente.
Yo esto lo conté una vez en Alemania. Los alemanes nos miraban con los ojos así porque no podían creer que en un país alguien hiciera propaganda en contra de productos producidos por su propio país y favoreciera la venta de productos producidos por otros países. Por una razón muy fundamental, no por una cuestión de patrioterismo o xenofobia, sino simplemente porque sabemos que es trabajo que no van a tener nuestros compatriotas, ni inversiones que van a poder hacer nuestros empresarios y estamos importando trabajando y generando hambre y miseria. Pero esta es la realidad.
Luego vino la década del 80, a la que muchos llaman la “década perdida”, no solamente para la Argentina, sino para toda la América latina. Alguien hablaba el otro día de los Bonos Brady. Yo creo que fue perdida para algunos, para los que estábamos en América latina; para los que estaban en el norte y recibían los Bonos Brady, fue de ganancia total y absoluta.
Así que, habría que definir esto de la “década perdida” para quiénes fue perdida: fue perdida para nuestras sociedades, sin lugar a dudas, que tuvieron que hacerse cargo de la crisis de transferencia de capitales que había en el mundo en ese momento producto del precio del petróleo. Vamos a decirlo con todas las letras.
Luego vino la década del 90, donde imperaba el Consenso de Washington. El Consenso de Washington, que relegaba al Estado como algo molesto, como algo que le molestaba a la producción, a la economía, como algo que debía ser de lado, desregulaba, pero desregulaba a medias, porque en realidad, todos sabemos que siempre hay regulación: o regula el Estado o regula el mercado, pero es mentira que haya una economía desregulada. Reglas, siempre existen. Las puede fijar el Estado, un Poder Ejecutivo, las puede fijar un Poder Legislativo, las puede fijar una sentencia o un fallo de la Corte, y si no la fijan los poderes instituidos del Estado y la democracia, las termina seguramente fijando la economía a través de las reglas propias que impone porque, obviamente, el usuario, el consumidor, el trabajador no está en condiciones de imponer reglas ni a bancos ni a empresas ni a grandes inversores ni a grandes conglomerados económicos o mediáticos.
Esta década del 90, además, se caracteriza por la aparición de una teoría de un argentino, que no es de Georgetown el argentino, no da clases aquí, da clases en Harvard, mañana voy a Harvard, donde se estable la “teoría de convertibilidad”.
¿Qué es la “teoría de la convertibilidad”? La “teoría de la convertibilidad” es que un peso es igual a un dólar. Dicho así, ustedes me dicen “a esta mujer qué le pasa, qué está diciendo, cómo que un peso argentino es igual a un dólar”. Si la unidad monetaria –no sé si habrá estudiantes de Economía, seguramente que sí- de un país expresa el tamaño y el peso de una economía, está claro que un peso nunca puede ser igual a un dólar. Baste mirar nada más la economía y el tamaño de la Argentina y, por otro lado, el tamaño y el peso de quien constituye o constituía hasta hace muy poco tiempo, entre el 25 o el 30 por ciento del PBI a nivel mundial, desarrollo tecnológico, poderío militar, económico, financiero para ver que estábamos ante una economía ficcional.
Pero esta economía ficcional, ¿cómo se sostuvo? Se sostuvo con la venta de todos los activos, eléctricos, petróleo, gas, se privatizó absolutamente todo. El único país en Latinoamérica que privatizó sus fuentes energéticas, su petróleo y su gas. Ni siquiera PInochet lo hizo, ni siquiera los militares lo hicieron en Argentina. Pinochet mantuvo no solamente CODELCO, sino que aseguró para las Fuerzas Armadas una porción para armamentos.
Sin embargo, en la Argentina, el período de privatizaciones fue sobre todo, inclusive también sobre las telefónicas que, en realidad, debían haber sido concesiones y ni siquiera fue eso, se transfirió lisa y llanamente, la propiedad de las líneas telefónicas, la línea aérea de bandera, la empresa petrolera YPF, que fue fundada por el presidente Hipólito Yrigoyen y liderada emblemáticamente por el general Mosconi, un militar también al frente de ella.
Y todo esto fue sosteniendo la venta de estos activos más el endeudamiento. La Argentina cuando implosiona en año 2001, porque se sigue sosteniendo el régimen de la convertibilidad durante el gobierno que sobrevino al ex presidente Menem, el gobierno de la Alianza, implosiona porque, bueno, llegó a tener una deuda en relación a su PBI del 160 por ciento.
Este fenómeno que hoy observamos en algunos países de la Eurozona, con una relación entre PBI y deuda monstruosa, se dio en la República Argentina en términos que realmente provocaron el default más grande del que se tenga memoria en el año 2001 y que provocó que a millones de argentinos les fueran tomados sus ahorros en pesos, en dólares, en lo que tenían porque los bancos no los devolvieron, se emitieron bonos, hubo un 25 por ciento de desocupación, quebraron empresas.
Yo me acuerdo que era senadora y salía muy tarde por la noche del Senado para ir a mi casa y pasaba todas las noches por el Consulado de España, por allí vi afuera una bandera española, y pasaba por el Consulado de España y había colas que daban la vuelta y vuelta porque se iban del país. De hecho se fueron miles y miles de argentinos a España y a otros lugares en busca de otros horizontes.
El Fondo Monetario, que durante toda la década del 90 había exhibido al gobierno argentino como un modelo, a punto tal que lo invitaba a sus asambleas anuales para dar conferencias, como la que yo estoy dando ahora aquí, lo invitaban al Fondo Monetario, le suelta la mano a la Argentina no sin antes retirar las posiciones de todos los bancos a través de dos operaciones que fueron, una, el magacanje y, el otra, el blindaje. ¿Qué fueron esas dos cosas? Fueron dos formidables asientos contables de presuntos préstamos que los bancos daban a la Argentina de 30.000 millones de dólares o 10.000 millones de dólares o 20.000 millones de dólares que en realidad nunca ingresaron a la Argentina sino que simplemente servían para que quienes habían colocada dólares en la Argentina, a una tasa anual del 16 por ciento, cuando en el mundo se pagaba solamente el 2, pudieran retirarse.
Si uno lee los diarios, tres meses, un mes, diez o quince días antes de ese fatídico 19 y 20 diciembre, que además de caer la Argentina, murieron más de 30 argentinos por la brutal y feroz represión que se dio en varios lugares de mi país, si uno pudiera mirar las crónicas de esa época, todos los diarios decían que todo estaba bien y que todo estaba maravilloso porque todo estaba asegurado a través del blindaje y del megacanje.
Cualquier similitud de esto que estoy explicando con lo que se está viendo con los rescates que se pretenden de otros países en la Eurozona, es, como dicen en las películas, mera coincidencia. Pero la verdad, que yo lo veo muy parecido, desgraciadamente para los hermanos de la Eurozona y no solamente desgraciadamente desde lo sentimental. Debemos recordar que el 24 por ciento de las reservas de los Bancos Centrales de todo el mundo, están expresadas en euros y el 60 por ciento en dólares, pero el 24 por ciento en euros, por lo cual, el sostenimiento del euro, no es solamente una cuestión de sensibilidad o sensatez, sino fundamentalmente también, de intereses económicos.
En este estado de cosas y con una Argentina desbastada, pero desbastada no solamente política y económicamente, alguien puede tener problemas económicos pero tener la esperanza y la certeza de que puede salir. Había una gran desesperanza y una cultura instalada de que todo lo de afuera era mucho mejor que lo nuestro y que realmente los argentinos no servíamos para nada y que bueno, en Ezeiza había un gran cartel –Eduardo Eurnekián lo debe recordar- que decía, porque es el concesionario de Aeropuertos 2000, el último que se va, ya que apague la luz.
Nosotros hicimos un gran afiche en la campaña para Kirchner presidente, diciéndoles “No te vayas que viene Kirchner de presidente”.
Y la verdad que el cambio que ha experimentado el país a partir del proceso iniciado el 25 de mayo de 2003, en todos los ámbitos…Voy a empezar por uno de los que constituyen los pilares fundamentales de nuestras políticas: derechos humanos.
Al momento de asumir Néstor Kirchner en la presidencia, era prácticamente un hecho que se estaba a punto de decretar la constitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final, que eran nada más ni nada menos que uno de los poderes del Estado legitimara la apertura, la desaparición, el asesinato, el terrorismo de Estado, en definitiva.
Hoy, Argentina, con los jueces de la Constitución, en el marco de la Constitución es un ejemplo en el mundo en materia de ejercicio y respeto de los derechos humanos y de juzgamiento de aquellos que fueron responsables de las atrocidades que se cometieron durante la dictadura. Todo en el marco de las leyes, con todas las defensas, garantías y derechos que no damos alegremente, sino que les corresponde a cual ciudadano, aún al que más haya delinquido en el marco de la Constitución y creo de valores occidentales que nos son comunes a todos los países.
En materia económica, reestructuramos la deuda. Una parte fue reestructurada en el año 2005, durante la gestión del presidente Kirchner, y la segunda parte, alcanzando casi el 94 por ciento del total de la reestructuración, fue hecha durante mi gestión. Basada esencialmente en un criterio: si alguien pone en un banco dólares y le pagan 16 por ciento mientras en el resto del mundo en todos los bancos pagan el 2 por ciento, está claro que está en el marco de la más estricta doctrina capitalista expuesto al riesgo de que ese señor no le devuelva el dinero. Si no, recordemos a Madoc aquí en Estados Unidos, que podría ser un ejemplo también aproximado, pero para que ustedes puedan entender cuál es el criterio que se utilizó para la reestructuración de la deuda. Fue, precisamente, la de que tanto los que habían puesto en el país, sabiendo que era una suma imposible de devolver, y también el país se hiciera cargo y juntos compartieran ese riesgo que se había asumido.
De cualquier manera, Argentina devolvió mucho más que ENRON a sus accionistas. La compañía americana ENRON, de cada 100 dólares, creo que devolvió 1 dólar o algo menos; nosotros, de cada 100 dólares, devolvimos aproximadamente 25 o 30 dólares. Con lo cual, en realidad…y estamos pagando puntualmente. Con una diferencia: sin acceso al mercado de capitales.
Todo lo que se está pagando en la Argentina…Se acuerdan aquellos que decían “que se vayan todos y que devuelvan sus ahorros del corralito y demás”. Bueno, todos esos argentinos que recibieron bonos de los gobiernos que habían endeudado a la Argentina, todos esos bonos, todos esos instrumentos, todas esas deudas, fueron y están siendo pagadas por nuestro Gobierno.
El corralito del año 2001, terminó de ser pagado hace muy pocos meses por esta Presidenta con el último pago del BODEN 2012, que pagamos 2.300 millones de dólares. Y lo hicimos sin pedirle un solo céntimo, un solo dólar prestado, sin acceder al mercado de capitales, producto también de una política que se comenzó a dar en nuestro país de reindustrialización y de fuerte apuesta al mercado interno. De manera tal, de lograr producir, tener dólares en nuestra balanza comercial, nosotros no emitimos dólares, desafortunadamente, nos encantaría emitir dólares, sería fantástico. Pero bueno, no emitimos dólares, así que, los únicos dólares que nos ingresan son los que ingresan de la balanza turística o los que ingresan de la balanza comercial y lo que ingresan vía inversión extranjera directa. Son las tres fuentes de ingreso de dólares que tiene una economía como la nuestra, una economía fuerte y culturalmente muy dependiente del dólar, no solamente por efecto de la convertibilidad, sino que acentuada por la convertibilidad.
Para que ustedes tengan un dato, que no es mío, sino del Tesoro de los Estaos Unidos: después de Estados Unidos, el segundo país en donde más dólares hay en el mundo, es en la República Argentina. Por cada argentino se calcula que hay unos 1.300 o 1.700 dólares. ¿Saben cuántos dólares hay por cada brasilero? Estoy hablando de Brasil, quinta, sexta, séptima economía del mundo, una de las economías más importante del mundo, 6 dólares por brasilero y es una de las economías más importante del mundo. Y cualquier transacción adentro de Brasil o cualquier transacción en cualquier país de Latinoamérica, se hace, obviamente, en su moneda de origen.
Hicimos un fuerte desendeudamiento, un fuerte proceso de industrialización, de agregar valor, de generar trabajo, hemos generado más de 5 millones y medio de puestos de trabajo, hemos destinado a la educación, por primera vez y por ley enviada al Parlamento, más del 6 por ciento del Producto Bruto Interno, 6.47.
Han retornado al país más de 900 científicos que se habían exiliado porque creamos el Ministerio de Ciencia y Tecnología, pero no solamente eso, sino que dimos una fuerte inyección de recursos a todo el sistema de ciencia y tecnología, al CONICET, a cuyos científicos habían mandado a lavar los platos, nosotros les dijimos que no, que no laven los platos, que por favor agarren los microscopios, las probetas y que se pongan a investigar, a estudiar, que los necesitábamos.
Hemos desarrollado también una fuerte tecnología en materia de agricultura que nos coloca hoy a la cabeza de los países más competitivos en producción agrícola. Yo diría el más competitivo por la ciencia y la tecnología y la inversión que se ha desarrollado. Un gran desarrollo de la industria farmaceútica, de la industria del software. Somos el país latinoamericano de mayor exportación de software. Hemos creado también una ley de promoción al software muy importante que ha incentivado mucho el desarrollo de esta industria.
Y lo que es más importante y que son más importantes que los números económicos: hemos disminuido muy fuertemente la pobreza y la indigencia en la República Argentina que llegaron a alcanzar en el segundo semestre del año 2003, cifras realmente escandalosas, más del 54 por ciento de pobres, más del 23 por ciento de indigentes, un índice GINI, si mal no recuerdo, del 0.554 o 0.518 y hoy estamos en un GINI del 0.380 y pico o 0.410. Pero realmente, ustedes que son académicos, saben lo que cuesta movilizar el índice de GINI, cada décima es un esfuerzo fundamental.         
Estamos desarrollando también un plan Conectar-Igualdad que significa darle, para acortar la brecha digital, a todos los estudiantes secundarios de las escuelas públicas una computadora, de modo tal de poder acceder al mundo digital.
Nuestras universidades han recibido un presupuesto como nunca se había establecido en la República Argentina, también salarios a los docentes universitarios dignos, lo que nos ha permitido, precisamente, que hoy el sector sea muy reconocido por todos, pero fundamentalmente por la sociedad argentina que quiere reconocer en los hombres y mujeres que estudian en sus casas de estudios un rol muy importante, porque en la Argentina siempre hubo como una separación entre lo universitario y el mundo de la economía. Y una de las grandes luchas culturales que estamos dando en la Argentina es acercar a la universidad a la aplicación de la ciencia y de lo que sabe al campo de la economía y de la política, que es una de las claves que ha sucedido aquí en Estados Unidos y que ha sucedido también en Alemania. Un acercamiento para que la ciencia y el conocimiento no sea algo desvinculado o que sea concebido como algo pecaminoso acercarse al mundo de la producción, al mundo de la economía, al mundo de los negocios para interactuar.
Aunque tal vez yo no deba aclararles mucho esto a ustedes, porque la mayoría de las universidades en este país son pagas, en nuestro país son gratuitas, son públicas y gratuitas, además de haberlas también privadas por cierto, tenemos un sistema en ese sentido casi único en toda Latinoamérica y por eso también vienen de muchísimas partes del resto de Latinoamérica por nuestra calidad también a estudiar porque en muchas partes se les hace prohibitivo estudiar por lo que sale en términos de ingresos familiares.
Yo no quiero seguir hablando porque si no le voy a restar tiempo, seguramente, a las preguntas que los alumnos o los profesores quieren hacer. Pero lo cierto es que estamos ante una Argentina sustancialmente diferente en un mundo también sustancialmente diferente.
Nos hemos también cancelado la deuda del Fondo Monetario Internacional, lo que nos ha permitido lograr autonomía en nuestras políticas.
Creo que además, hemos logrado que nuestros trabajadores tengan hoy el mejor…Esto a los empresarios por ahí no les gusta mucho, porque dicen que pierden competitividad, pero lo cierto es que los salarios de los trabajadores argentinos son los mejores salarios de toda Latinoamérica. Y no estoy hablando solamente en términos nominales, sino medidos por el Fondo Monetario Internacional o por CEPAL en términos de paridad de poder adquisitivo, que es como debe medirse el salario. No solamente en términos nominales, sino en paridad de poder adquisitivo.       
Y, en fin, estamos haciendo la tarea de recuperar a la Argentina junto a una tarea también de recuperación de la región. No quiero hablar solamente de Argentina, quiero hablar también de mis compatriotas latinoamericanos, americanos del sur, fundamentalmente.
Se han constituido órganos importantes como la UNASUR, que nos ha permitido resolver conflictos que se habían producido en la región y que amenazaban las instituciones democráticas sin recurrir a los mecanismos multilaterales formales que no hay sido muy eficaces y eficientes a la hora de conjurar golpes o atentados contra la democracia. Y, realmente, más allá de las diferencias y los distintos matices, visiones y percepciones de los distintos mandatarios de la región, hemos construido espacios comunes en los cuales debatir, escucharnos y adoptar soluciones.
Tres ejemplos para terminar: cuando se produjo la crisis de Bolivia, donde hubo un claro intento destituyente sobre el presidente Evo Morales y hechos violatorios a los derechos humanos en la región de Pavio, me acuerdo que era presidenta de la República de Chile Michelle Ballelet y juntas armamos la reunión de La Moneda convocando a los países de la UNASUR, para apoyar a Evo Morales y conformamos una comisión de Derechos Humanos que fue a visitar el país verificar las violaciones que se habían cometido y realmente, conjuramos y creo que ayudamos a la construcción de la democracia regional. Porque entendemos que el atentado contra una democracia a la región, aún cuando no sea en nuestro propio país, es francamente desestabilizadora de la región.         
De la misma manera, actuamos cuando sucedió lo de Correa, en Ecuador, ante el intento de una rebelión policial que también escondía claramente un intento destituyente y en menos de 24 horas, en Buenos Aires, en la Palacio San Martín, sede de la Cancillería, se reunieron presidentes y cancilleres en forma inmediata en menos de 24 horas y esto se conjuró.
Y finalmente, quiero terminar, a modo de homenaje también, con la resolución de la crisis tal vez más fuerte que tuvo la región en  los últimos años que fue el enfrentamiento que se sucedió…También intervinimos cuando fue entre Colombia y Ecuador, pero tal vez el más grave de todos que fue cuando se produjo un fuerte enfrentamiento entre Colombia y Venezuela y le tocó actuar al entonces secretario general de la UNASUR, doctor Néstor Kirchner, en una muy silenciosa y discreta pero efectiva acción diplomática que logró acercar definitivamente a ambos países, a ambos presidentes y conjurar lo habría sido algo catastrófico para la estabilidad de la región como hubiera sido un enfrentamiento entre las hermanas repúblicas de Venezuela y de Colombia.
Este es el panorama, el pantallazo de la Argentina y el pantallazo de la región que todos ustedes también conocerán. Sobre el mundo no voy a hablar porque esta es la Cátedra Argentina. Sobre el mundo se los voy a dejar a los de Harvard mañana porque si no voy a tener que repetir exactamente todo lo mismo y va a ser muy aburrido para mí y para los que me acompañan.
Además, yo cuando tengo que repetir muchas veces las mismas cosas me aburro y finalmente no me gusta. Siempre me gustan desafíos nuevos y cosas nuevas.
Pero me parecía que era importante en esta presentación de la Cátedra Argentina hacer un veloz repaso de nuestra historia, de nuestros puntos en común, de nuestras conflictividades, de nuestras interactuaciones entre Estados Unidos y Argentina, Estados Unidos y la región, entre la historia de la Argentina y la visión que tenemos quienes hoy gobernamos la Argentina que, seguramente, no será la visión de todos los argentinos. Pero que es, sin lugar a dudas, la que tiene esta Presidenta que fue votada por el 54 por ciento de los votos luego de ocho años de gestión.
Ustedes dirán “bueno, es lo mismo que…”. No, no es lo mismo. A él lo votaron cuando llegó a presidente, solo el 22 por ciento de los argentinos, porque no hubo segunda vuelta y no hubo posibilidades de revalidar esa legitimidad que necesitaba. Y con ese 22 por ciento y el país envuelto en llamas, logró la transformación política, económica, social y educativa más importante de la que se tenga memoria y con la escala que se la mida.
Allí está el nivel de endeudamiento que hoy aproximadamente entre el 13 y 14 por ciento del PBI. Se acuerdan que al principio dije que debíamos 160 por ciento del PBI; hoy la deuda real, del sector público con el sector privado, es del 13 y el 14. Y en dólares, no llega a los dos dígitos, entre un 8 y un 9 por ciento. Acumulación de reservas como nunca habíamos tenido, lo cual nos permite mantenernos hasta ahora a salvo de las contingencias y fluctuaciones de los mercados internacionales con las permanentes subas y bajas, entradas y salidas de capitales sin ningún tipo de regulación.
Y quería decirles que él hizo todo eso con el 22 por ciento de los votos. Cuando fuimos a elecciones el año pasado, este proyecto que es el mismo, que no es el mismo porque yo sea la esposa de él, sino porque somos militantes políticos desde hace muchos tiempo, que compartimos una misma visión del país, una misma visión del mundo y de lo que debe ser la política como un instrumento de cambio y transformación de las sociedades.
Y luego de ocho años de gestión, obtuvimos el 54,11 por ciento de los votos y el segundo candidato, el que más se acercó, creo que no llegó al 20 por ciento.
Creo que, más allá de las diferencias, que siempre existen en un país, es imposible que el 100 por ciento piense lo mismo, además sería muy aburrido, no estaríamos en una democracia, estaríamos en otro lugar, es imposible también desde el gobierno contentar al 100 por ciento de la población con todas y cada una de las medidas que se tomen. Sobre todo, cuando esas medidas muchas veces afectan privilegios o sectores que gobernaron a Argentina durante mucho tiempo.
Pero bueno, la tarea…Para eso son las elecciones, para eso es la democracia y en cada elección la ciudadanía se pronuncia acerca de lo que quiere para su país, para su gobierno y para su vida.
Así que, agradeciendo una vez a las autoridades la amable intención, agradeciendo además la conformación de esta Cátedra Argentina, quedo a disposición de todos ustedes para las preguntas que quieran formular.
Muchas gracias. (APLAUSOS)    

Conferencia con alumnos de la Cátedra Argentina de la Universidad de Georgetown




PREGUNTA.- Quería preguntarle un poquito más acerca del propósito que estamos aquí reunidos, que es la Cátedra Argentina. Habló mucho de historia, como usted sabe Georgetown es una institución que no solamente es de americanos y que no solamente es de gente que tiene un interés para el futuro y para desarrollar países, sino que es una institución que trae a gente diferente, y el perfil es de diferentes país y lo que queremos hacer es contribuir a esa visión del futuro no solamente de Argentina sino de toda la región. Entonces, como los estudiantes de Georgetown podemos colaborar con esta nueva idea, cómo podemos ayudar con esta visión que usted tiene para el futuro de Argentina y como esta cátedra puede contribuir a esa visión que usted tiene.
PRESIDENTA.- Más allá de la Cátedra Argentina, yo he sido antes que Presidenta, abogada, así que, también he ido a la universidad y he sido estudiante como ustedes.
Yo creo que más que colaborar con mi visión o con la visión que puedo tener yo, que es una visión como toda visión subjetiva, tiene una ideología, tiene una percepción del mundo, de la vida, valores, tiene una escala axiológica, como tenemos todos, yo creo que, más allá de la Cátedra Argentina, el deber de todo académico, el deber de todo estudiante, es tener una mirada propia.
Yo creo que lo que hace a una universidad excelente es proveer los instrumentos que ayuden a analizar, desprovisto de cualquier tipo de anteojeras y de influencias, la realidad, no solamente de América latino, sino de acá de su propio país y del mundo. Y no es una novedad que vivimos en una sociedad sustancialmente diferente a la me tocó a mí en ser estudiante, en un mundo sustancialmente diferente me tocó a mí en ser estudiante.
Nuestro mundo, cuando yo estudié en los años 70, pero para que te sitúes: en los años 60, el gran movimiento hipie nacido aquí en los Estados Unidos, contra la Guerra de Vietnam, por la paz, el Mayo Francés, la Revolución Cubana, en fin, era un mundo contrafáctico de poder, era un mundo donde los jóvenes y las universidades había un pensamiento crítico y cuestionaban los factores de poder, cómo se desarrollaban las sociedades, con muy poco influencia de lo mediático, la informática no existía. Yo soy una analfabeta digital, por ejemplo, si me ponés con una computadora, apenas si la puedo enchufar; sigo leyendo el diario porque me encanta ensuciarme las manos con tinta, sigo leyendo los libros como los leía en la universidad. Pero no es el mundo de ustedes, no es el mundo de mi hija, por ejemplo, que tiene 22 años y que se comunica únicamente por la red y mira la red. Estamos ante un mundo diferente.
Pero yo creo que tanto en uno como en otro, tenemos que aprovechar los instrumentos que nos daba aquel mundo y los que nos provee este mundo para poder mirar, comprender y entender. Porque una cosa es saber, en la universidad nos enseñan saberes, te preparan para ser médico, para ser ingeniero, para ser economista, te dan instrumentos técnicos, te dan técnicas para que puedas resolver o encarar problemas. Pero una cosa es saber y otra cosa es comprender y entender. Y muchas veces hay mucha gente que sabe todo pero entiende poco. Y hay otros que no saben tanto y al no estar tan contaminados por muchas cosas, pueden tal vez tener un mayor nivel de comprensión, que no se produce a nivel intelectual, sino a nivel empírico a partir de las propias experiencias.
Cuando vos sos una estudiante universitaria, normalmente en mí país o aquí, tienes un determinado nivel económico. Está claro que ninguno de los que están aquí, y no quiero con esto…puede haber experiencias personales, pero digamos todos han tenido la suerte de tener una vida más o menos normal en cuanto al acceso a los bienes que hoy todo ser humano necesita para desarrollarse. Esto no sucede muchas veces fuera de estos ámbitos. Entonces, creo que lo más importante que puede dar una universidad es poder abrir la cabeza de la gente, es poder ser como por ejemplo, hace poco tiempo tuve el inmenso orgullo que la Universidad de Padua, que es una de las más importantes del mundo, dio por primera vez un premio y se lo dio a mi esposo por los derechos humanos y la verdad que lo fue a recibir el Canciller porque yo no pude por mis tareas de gestión de Estado. Pero haber sido el primer premio que entregaba la Universidad de Padua en materia de derechos humanos, dárselo a Kirchner, imaginar que ahí estuvo Galileo Galiley discutiendo con la Inquisición y teniendo que decirle que sí a la Inquisición pero después por bajito decir “eppur si muove”, me parece que hay que formar gente como esa. Y tal vez, inclusive, que ni siquiera en la zona de inquisición y que no tengan que decir por lo bajo “eppur si muove”. Sí tienen que decirlo más fuerte, que se lo digan fuerte.   
Esto es lo que cualquier escuela, cualquier formación universitaria debe aspirar para sus alumnos. Y lo que sus alumnos deben también aspirar, porque vivimos en un mundo muy complejo, en un mundo en que vamos a ver cosas que nunca habíamos imaginado. Si cualquiera de ustedes  hubiera visto en una película en el año 2000 lo que pasó con las Torres Gemelas, yo hubiera dicho “otra película de yanquilandia”, porque nunca lo hubiera creído, y si embargo pasó y fue un hito que marcó la historia. ¿Cuándo se da cuenta uno que la historia marcó un hito? Cuando se acuerda al cabo de mucho tiempo qué estaba haciendo en ese momento cuando esa cosa pasó. Yo no me acuerdo qué estaba haciendo cuando cayó el Muro de Berlín, juro que no me acuerdo, pero te puedo contar con lujo de detalles dónde estaba, cómo estaba, qué estaba haciendo, quién me llamó, qué hice, qué no hice el día que se estrellaron los aviones de los terroristas contra las Torres Gemelas.
Creo que ese fue un hito, como fue un hito el Descubrimiento de América, que fue positivo según el lado que se mire, pero bueno, no importa, tendríamos una discusión que puede ser terrible con los pueblos originarios, pero me refiero a que lo mejor que ustedes pueden demandarle a una universidad es que les abran la cabeza y les permitan pensar y mirar por ustedes mismos, me parece que eso es lo mejor que puede hacer una universidad, porque vamos a necesitar mucha gente que no tenga la cabeza establecida o cerrada a nuevas cosas porque va a haber que resolver nuevos problemas. Y lo que yo puedo observar como dirigente política, como integrante del G-20, es que uno de los problemas más graves que hoy tiene la crisis mundial es que no se cae una nueva idea acerca de cómo salir de la crisis, que no es económica, es política, porque no hay una clara idea de cómo se debe salir de esto, y si la hay no se la quiere utilizar porque perjudica a los sectores más favorecidos. Porque ha pasado, ustedes saben que ningún juego económico es neutro, siempre cuando hay perjudicados hay favorecidos de un lado y lo que se le saca uno lo recibe otro. Esto es una regla básica de la economía. Por eso esto es lo que aspiro por parte de todas las universidades, no que me den la razón, para nada, por el contrario, me aburriría, lo que es importante es que les permitan pensar libremente, es el mejor legado que puede dar cualquier universidad, Georgetown o cualquier otra.
Pregunta: Gracias por haber venido Presidenta. Tengo una pregunta muy simple para hacerle. Por qué nosotros los estudiantes en Georgetown tenemos la oportunidad de hablar contigo cuando en Argentina usted no habla con la prensa por muchos años.
Respuesta:  No es así. En realidad hablar hablo todos los días, con la prensa hablo muchísimo cuando voy a actos, me entrevistan. Lo que sucede es que en la Argentina no hablar con la prensa en no decir lo que ellos quieren escuchar, me parece que hay una gran diferencia. Cualquiera que vaya a alguno de los actos políticos a los cuales voy en el Gran Buenos Aires o en el interior del país…  no hablo siempre, es cierto, no hablo todos los días, pero si periodista me pregunta le respondo. Es cierto que a algunos periodistas no les gusto cuando no les respondo lo que ellos quieren, pero es parte de la libertad del  que pregunta y es parte de la libertad del que responde. Además te puedo asegurar que cuando se hacen preguntas en algunos ámbitos… y es mentira eso de hace años, he hablado muchísimo con periodistas acreditados en la Casa de Gobierno permanentemente; no lo hago a través de regulares y cada 15 ó 20 días conferencias de prensa. Me gustaría que asistieras a alguna conferencia de prensa en la República Argentina donde cuando a algún periodista no le gusta algo empieza a gritar y hacer escándalo y cosas que realmente…, no todos, pero le ha tocado a algún ministro por ejemplo ser respondido en la sala de conferencias de la Casa Rosada. Y lo veo a Obama  cuando da conferencias, el periodista pregunta, el Presidente responde y allí termina, allá si no les gusta la respuesta que vos das gritan, se enojan, patean una puerta, una vez nos patearon una puerta en la Casa de Gobierno en la sala porque no les gustaba la respuesta que habían dado. Un cronista de un prestigioso diario, de un diario centenario, no vamos decir prestigioso, centenario. Tiene el mérito de tener más de 100 años, pero en realidad si por ejemplo pudieran desarrollarse en un marco de respeto normal como se desarrollan en todo el mundo, seguramente. Pero me parece que los gobernantes no estamos para responder o para hacer un centro de nuestra gestión las conferencias de prensa. De repente yo creo que algunos periodistas creen que en realidad es más importante el entrevistador que el entrevistado o que la gestión de un gobernante es contestar a la prensa, en realidad lo que debe hacer un gobierno es garantizar la publicidad de los actos, que es obligatorio, y además fundamentalmente también una prensa en la que muchas veces no sucede lo que sucede en Estados Unidos donde la prensa dice claramente con qué se alinea. Por ejemplo yo me acuerdo en la campaña de Obama del Washington Post, del New York Times, que dijeron a sus lectores que ellos apoyaban  la campaña de Barak Obama. Y en realidad me parece que es muy bueno que cada medio de comunicación explicite ante sus lectores, sea un medio escrito o audiovisual, que tiene determinada posición, que apoya a menganito o fulanito, porque hace a la defensa del que lee, el que lee que el que está escribiendo está apoyando determinada ideología, determinada candidatura, determinada gestión. Esto en mi país no sucede, vos hablás con los periodistas y son todos independientes. En realidad son independientes de los reyes de España, porque no hay periodismo independiente en el mundo, nadie es independiente en el mundo. Vos mirás el mundo desde un lado, sos de Michigan, sos americano, tenés una visión, te gustarán los demócratas, te gustarán los republicanos, te gustará el Tea Party, en fin, la mirás de algún lado, no podés decir que sos independiente, porque además decir que sos independiente es casi como decir algo soso e insulso, no tengo ideas, no tengo un lugar de donde miro. A mí lo que me gusta de la prensa norteamericana es que la prensa norteamericana, por lo menos la más seria, la más conocida, se pronuncia claramente a favor de tal o cual candidato, no se presenta como independiente y objetiva. En mi país tampoco hay prensa independiente y objetiva, más, si uno mira y puede leer los portales no debe haber habido una presidenta y digo presidenta con a, porque soy mujer, una presidenta que haya sido más descalificada, más insultada y más agraviada que esta presidenta. Sin embargo esta presidenta fue la que envió el proyecto de eliminar el delito de calumnias e injurias para los periodistas. Antes en mi país si un periodista era condenado penalmente por calumnias e injurias por algo que había escrito en ejercicio de su profesión podía ser llevado preso, fui yo la que envié al Parlamento el proyecto de ley para derogar este delito de modo tal que cualquier periodista pudiera decir lo que quisiera, fuera verdad, mentira, insulto o agravio y no fuera preso por eso. Sí obviamente responda, si ha causado un daño, económicamente, pero no con su libertad.
Así que yo te invitaría, Gabin, te invito un día a que me acompañes a la Argentina y que vengas a una conferencia de prensa, vas a entender todo tan rápidamente que te vas a dar cuenta de cómo viene la mano.
Pregunta: Cómo usted responde a las declaraciones recién del Fondo Monetario Internacional sobre la tasa de inflación en su país.
Respuesta: En realidad el Fondo Monetario Internacional no habla sobre la tasa de inflación sino sobre las estadísticas en la República Argentina. La señora Lagarde, titular del Fondo Monetario, amenazó con sacar tarjeta roja a la Argentina. En realidad creo que más allá de lo desafortunado de la frase hay una postura del Fondo Monetario absolutamente muy de oposición a la Argentina. Yo pregunto cuáles eran las estadísticas de España, cuáles eran las estadísticas de Grecia, cuáles eran las estadísticas de Portugal, las de Inglaterra, las de este país. ¿Vos realmente creés? ¿Cuánto es la inflación oficial en este país? 2 por ciento. ¿Realmente todos ustedes creen que el costo de vida en Estados Unidos crece únicamente el 2% anual? ¿Cuánto se les incrementa la cuota de la Universidad por año o sus pasajes o todo? Realmente chicos, hay contra la Argentina por parte del Fondo Monetario Internacional una suerte de ensañamiento porque somos el mal ejemplo, somos el mal alumno, somos los que dijimos que no a todas y cada una de las recetas que quisieron imponernos desde el año 2003, pero no desde el punto de vista ideológico, no tenemos nada contra el Fondo Monetario Internacional en términos ideológicos. Contra el Fondo Monetario tenemos el hecho de habernos llevado a la tragedia más terrible que tuvo la República Argentina, apoyando la convertibilidad y apoyando una política económica de endeudamiento, porque se ha convertido el Fondo Monetario Internacional ,en lugar de ser lo que se pensó en el tratado de Bretton Woods con respecto a la Segunda Guerra Mundial, que sea el gran regulador de la economía, hay que leer atentamente el acta fundacional del Fondo Monetario Internacional y las obligaciones del Fondo Monetario Internacional. Si uno leyera las obligaciones que tiene el Fondo Monetario Internacional pasaría a un costado a toda su actual dirección y o cambian la carta orgánica o cambian los directores, porque las dos cosas juntas no combinan. ¿Por qué vine a esto? Porque en realidad la Argentina es el mal ejemplo. Cómo se le explica al mundo, hoy sobre todo al mundo de la eurozona, que tiene el mismo y exacto problema que tenía la Argentina, que era su deuda soberana, superando con creces su PBI. Y con un problema mucho peor, porque en la Argentina era el Estado el que tenía un gran nivel de endeudamiento, pero las familias, aunque se quedaron con los ahorros, igualmente tenían -parte de un problema que hay en la Argentina que es la economía en negro- y pudieron sobreponerse. Pero el nivel del endeudamiento que hoy tiene cualquier familia española o de los otros países es similar o igual al del sector público. Con lo cual, endeudado sector público con el sector financiero, sin posibilidades de inyectar fondos en la economía; endeudadas las familias, sin posibilidad de consumo o lo que es peor aún perdiendo el trabajo y no gastando, está claro que la única salida que hay es reestructurar las deudas soberanas para permitir que parte de los que se quedaron con formidables cantidades de dinero, que ni sabemos que existen siquiera, porque creo que algunas son solamente asientos contable y no otra cosa, porque cuando uno habla que tal compañía 50.000 millones de dólares o que tal otra se compró en 40.000 millones de dólares, ¿ustedes creen que ese físico en dólares existe? No, de ninguna manera. Entonces evidentemente el Fondo Monetario Internacional nos tomó como el mal alumno y por lo tanto debemos ser castigados y multados. Porque yo me pregunto, ¿cómo se miden aquí las estadísticas, en Estados Unidos, donde el déficit de cuenta corriente…? La cuenta corriente de la Argentina que es algo fundamental para saber la situación económica de un país es positiva en 1.770 millones de dólares. ¿Vos sabés en cuánto es negativa la cuenta corriente de Estados Unidos? No tenés idea, si fuera cualquier otro país del mundo lo hubieran cerrado y clausurado. ¿Y sabés por qué no lo hacen? Primero porque tienen moneda de emisión y de reserva, el 85% de las transacciones del mundo se hacen en dólares y el 60% de las reservas de los bancos del mundo es en dólares. El déficit comercial de cuenta corriente fiscal es el más alto del mundo, sin embargo no se le aplica a Estados Unidos una sola norma y una sola sanción. Lo mismo podría decir de Grecia, ¿donde están las estadísticas de Grecia? ¿Eran reales, se le hizo alguna observación a Grecia, a España, a Italia, a Portugal? Yo creo que atrás de todo esto no hay una cuestión de estadísticas o una cuestión económica, hay una cuestión profundamente política de castigar a aquellos que pueden constituir un mal ejemplo. Lo cual es una gran tontería, o no, si uno lo mira desde el ansia y la perspectiva de que la economía mundial se recupere deberíamos ser observados, no para imitarnos pero por lo menos para ver qué es lo que hicieron ellos y otros países para poder crecer, sobre todo porque fuimos las economías emergentes las que hemos sostenido el crecimiento los últimos 10 años. La Argentina desde el año 2003 a la fecha ha tenido el crecimiento más importante de sus 200 años de historia. Medido como sea medido. La acumulación de reservas más importante de la que se tenga memoria, el desendeudamiento más importante y todo contraviniendo todas y cada una de las recomendaciones del Fondo, a punto tal que decidimos cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional juntamente con Brasil precisamente para no estar obligados a esperar su receta. Por eso digo que en realidad, madame Legarde, le han cometido algún full, como dijo algún argentino en Italia, algún penal en Grecia y no los ha visto, pero me parece que acá el árbitro… En la Argentina cuando un árbitro está a favor de uno y en contra del otro le decimos bombero, porque bombea a un equipo en contra de lo otro. ¿Y sabés qué siento, y qué sienten muchísimos países emergentes? Que el Fondo Monetario internacional es un árbitro a favor de los países más desarrollados que fueron precisamente los que han causado la crisis y que ahora quieren y en cierta manera nos están trasladando la crisis a los países emergentes. Esto es lo que pasa, es la verdad, si diría otra cosa mentiría pero además uno puede verificarlo claramente, es así.
Pregunta: Estoy en el segundo año acá, estamos en estudios comparativos de la América Latina y he escuchado su animosidad contra el Fondo Monetario Internacional. Quería que hablara de la tasa de inflación y cómo ha respondido la gente a lo que ha sido publicado, porque lo que ha dicho su gobierno recientemente es que cualquiera puede vivir con seis pesos al día y se le añade lo del Fondo Monetario Internacional y esto es más allá de la tasa de pobreza. Pienso que en cuanto a la tasa de inflación en su país cómo responde a esto la gente y cómo responden ustedes a su idea de que esto no es una representación correcta.
Respuesta: Primero quiero decirte que no tengo ninguna animosidad contra el Fondo Monetario Internacional, simplemente tengo una posición crítica que no es animosidad. Animosidad por ahí tengo contra el equipo de fútbol que no es mi favorito, ahí sí puedo tener animosidad o cuando alguien no me cae simpático, pero  cuando estoy en función de Estado y analizando instituciones no tengo animosidad,  tengo análisis crítico y objetivo. En cuanto a lo de los seis pesos fue absolutamente desmentido y fue totalmente tergiversado, es una pena que no hayas podido acceder a la información veraz pero te la vamos a hacer llegar con los comunicados oficiales que se dieron respecto de esto. Para que se den te des una idea, –no tiene que ver con esto y voy a retomar enseguida lo que me dijiste- el tema de lo que aparece escrito, lo que llega y después no se sabe exactamente. Hace muy poco tiempo pusimos en circulación un billete con la figura de Eva Perón, hace una semana apareció en un diario que ese billete no entraba en los cajeros, que era mentira, que no existía, que no se podía hacer. Bueno, hoy el billete está en circulación en la República Argentina. Esto para responderte respecto de lo que se decía.
Con respecto a las cifras hoy venía leyendo el diario, por lo menos la agenda, y en el presupuesto porteño, en el presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires, que es de un partido de la oposición, la tasa de inflación que se coloca -es de un periódico de carácter económico, El Cronista Comercial- dice Macri fijó la pauta de inflación en 10,8 en línea con el INDEC. Esto no te va a llegar nunca seguramente, no lo vas a ver, no lo vas a poder evaluar, pero en realidad en el presupuesto de uno de los principales opositores a las políticas y lo que dice también del INDEC en su presupuesto,  que es donde tiene que fijar la pauta de inflación como gobernante, no como opinador frente a los periodistas, pone la tasa que establece el INDEC.
Pero además yo debería decirte que lo que ha tomado en cuenta el Fondo Monetario Internacional, que han sido encuestadoras privadas, que daban una inflación entre el 20 y el 24% y que fueron denunciadas ante la Justicia porque hay leyes que establecen que en la Argentina para dar datos económicos que puedan influir en el comportamiento de los actores económicos hay que tener una base científica, ninguna de las consultoras, que no tienen más de siete u ocho empleados cada una, ha podido acreditar ante la Justicia cuáles son los instrumentos científicos estadísticos por los cuales determinan esos números inflacionarios. Es más, reconocieron que no cuentan con la estructura para hacerlo. La única estructura realmente con capacidad territorial, científica y profesional para hacer estudios y relevamientos de costo de vida y de todos los otros índices, de pobreza, de indigencia, de movilidad social, balanza comercial, etcétera, es precisamente el INDEC.
Pero hay una pregunta que tiene que ver fundamentalmente con la lógica, más allá de esto. Si realmente la inflación fuera del 25%, si la pauta salarial ha sido promedio el 25%, si además hemos tenido una inversión en el último año 2011 la más alta de todo el período, el 24,5; ¿de dónde sacamos, cómo creció la economía al 9,2 en el 2010 o al 8,9 el año pasado? ¿Cómo obtuvimos un superávit comercial el año pasado de más de 10.000 millones de dólares y este año un superávit comercial que ya a fines de agosto es de 10.000 millones? ¿De dónde saca la gente? Me encantaría Nicole, como a Kevin, invitarte a Buenos Aires para que veas lo que es el consumo en Buenos Aires, pasear por Buenos Aires, es una ciudad lindísima y ver a los restoranes llenos, los shoppings llenos, la gente consumiendo. Tenemos una política social que llega a los sectores más vulnerables que son los que más consumen y que menos capacidad de ahorro tienen. La capacidad de argentinos que viajan al exterior, con los cuales me he encontrado en Nueva York. El otro día salió campeón Maravilla Martínez, estaba lleno de argentinos Las Vegas. Si realmente los números fueran de una inflación del 25%  al 26% el país estallaría por los aires; no podríamos haber pagado ninguno de los miles de millones de dólares que hemos pagado; no hubiéramos podido sostener el crecimiento de una economía como el que sostuvimos y mucho menos hubiéramos logrado la incorporación de millones de excluidos que hoy están consumiendo y tienen una asignación universal o un trabajo en una cooperativa o un trabajo registrado. Es la realidad económica, la consistencia de los datos del crecimiento y de la realidad los que chocan con los índices de la oposición, que ha tomado el tema de la inflación como un tema político y no económico. Pero finalmente debo decirte algo en el concepto de inflación, más allá de números, de dígitos o de estadística: este modelo económico, este  proyecto político, a diferencia de lo que fue el modelo económico impuesto por el Consenso de Washington en los años 90, no tiene metas de inflación, tiene metas de crecimiento. ¿Cuál es la diferencia? No sé si habrá muchos estudiantes de economía. Es muy importante y es tal vez una de las claves por las que no podemos salir de la crisis actual. Hoy en la Eurozona, y me toca participar en las reuniones como miembro del G-20, hay un gran temor a inyectar expansión monetaria, como ha hecho Estados Unidos. La  expansión monetaria que ha hecho Estados Unidos, y me dicen que tiene un 2% de inflación, no existe, es chino. Han revoleando miles de millones de dólares a los bancos, bien, no digo que esté mal, digo que había que rescatar los bancos, a la industria, pero la expansión monetaria mayor del mundo es la de Estados Unidos, ¿y me dicen que tienen una inflación del 2%? ¿Hay algún economista acá que me diga si esto es consistente? Esto es irreal, evidentemente con semejante expansión monetaria…, y no está mal que lo hagan. ¿Por qué? Porque Estados Unidos, que tiene en su ADN la crisis del 30, cree que el crecimiento es más importante que la inflación. Europa, la señora Merkel en Alemania, tiene en su ADN el tema de la inflación porque Alemania está convencida que fue de inflación la que provocó la llegada de Hitler. Y yo digo que no. No sé si se acuerdan los estudiantes de historia que contaban que los alemanes llevaban para comprar pan el dinero en carretilla y había gente que como no tenía papel para empapelar la casa la empapelaba con la moneda alemana. Ha quedado en el ADN de la historia alemana la convicción de que la inflación es la que provocó la llegada de Hitler. Erróneo. Lo que provocó la llegada de Hitler, uno de los peores totalitarismos que ha enfrentado la humanidad, fue el Tratado de Versalles, que fue el tratado después de la Primera Guerra Mundial que impuso condiciones espantosas para la economía alemana que finalmente culminaron con la República de Weimar y la inflación. Esta fue la verdadera causa de la llegada y fue la verdadera causa de la llegada de todos los totalitarismos, las grandes crisis económicas. Por eso yo decía ayer cuando exponía ante Naciones Unidas que lo que más me preocupa, más que como presidenta, más que como miembro de la comunidad internacional, como militante política que ha sufrido y que ha visto sufrir mucho más a otros compatriotas por falta de democracia, es que precisamente nuestro mundo, el mundo que se creó en valores muy de la libertad, muy de expresar lo que queremos, muy de lo que denominamos la democracia, y que no todo el mundo piensa de la misma manera, porque también tenemos que admitir esto, que hay otros pueblos que quieren vivir de una manera diferente a la que vivimos nosotros, mi gran temor es que los jóvenes, las nuevas generaciones, principales víctimas de la falta de trabajo, principales víctimas de las crisis económicas, renieguen de estos valores y estos sistemas si estos sistemas y estos valores les traen soluciones a sus vida. Así empezaron todos los totalitarismos que han tenido origen en la historia. Por eso nuestro modelo no es de metas de inflación, es de metas de crecimiento. Donde hay un crecimiento muy alto hay un cierto grado de inflación, pero no, en absoluto, las cifras inconsistentes y absurdas que algunos publican y que nadie puede explicar ni dar cuenta de ellas.
Pregunta: (el estudiante dice que es de Haití)
Presidenta: Ah, de Haití. Nosotros formamos parte de la MINUSTAH. Argentina es un país muy activo en la MINUSTAH. Disculpame porque quiero explicarlo en honor a tu pueblo, en honor a tu origen. La MINUSTAH es una misión de paz de las Naciones Unidas que está en Haití y allí las Fuerzas Armadas Argentinas tienen un rol muy importante. Nuestras Fuerzas Armadas solamente intervienen en misiones de paz de Naciones Unidas, estamos entre otros lugares en Haití y en Chipre. Y en Haití estamos a cargo del hospital, realmente con muy buenos resultados, y estamos trabajando mucho en huertas también con el programa de desarrollo social, junto a Canadá, para inclusión social. Es terrible la realidad de Haití. También tuvo que ver el Fondo Monetario Internacional. No es animosidad, Nicole, por favor. Los haitianos cultivaban arroz, todo el mundo lo sabe, el Fondo Monetario recomendó que no se dedicaran a cultivar arroz sino que se dedicaran a los servicios, hoy no tienen ni servicios ni arroz. Adelante.
Pregunta primera: Una pregunta a nivel regional. ¿Podría usted identificar los requisitos que se tienen que cumplir para que Paraguay se incorpore a la UNASUR?
Pregunta segunda: Usted habló de los atentados a la democracia y yo le quería preguntar, dado que en Venezuela dentro de dos semanas tenemos elecciones presidenciales, si Chávez desconoce los resultados, usted categóricamente nos puede decir ahora que condenaría al nuevo régimen al desconocer los resultados, y de ser así impulsaría la expulsión de Venezuela de la UNASUR y de la OEA, como en casos anteriores.
Respuesta primera: En Paraguay se produjo un virtual golpe de estado en el cual en una parodia de juicio político se destituyó al presidente Fernando Lugo. Esta no es una percepción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner porque evidentemente sería una sola, esta fue la percepción de todos los miembros de la UNASUR y especialmente de los miembros del MERCOSUR. Yo quiero empezar antes con el MERCOSUR que con la UNASUR, porque en realidad en Paraguay es miembro pleno del MERCOSUR  y hay una cláusula, que es la cláusula de Ushuaia, que es la cláusula democrática, que fue hecha hace muchos años y establece que todo país en que no se respeten las autoridades electas por voto popular democrático y libre, o sea democráticamente con acceso al poder, serán separadas mientras dure esta situación. Esta misma cláusula también se adoptó más tarde cuando se conformó la UNASUR, que es un Mercosur más ampliado porque lo integran todos los países de la América del Sur. Y todos coincidimos realmente en que había habido una interrupción institucional de carácter ilegal bajo la forma o la parodia de un juicio político. Y lo digo con conocimiento de causa porque tú sabes -y si no lo sabes te lo cuento ahora- que además de presidenta he sido legisladora y por lo tanto sé lo que es un juicio político. Me tocó a mí presidir la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación cuando se le hizo juicio político a dos miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y todo juicio implica lo que se denomina el debido proceso, para los estudiantes de leyes, estos son todas las garantías y derechos que debe reunir una persona que es acusada. Primero debe saber de qué se le acusa, elemental; segundo darle el tiempo para responder; luego pruebas de un lado y del otro. Estos procesos de carácter institucional normalmente nunca demoran menos de 30 días a dos meses. Yo no recuerdo pero creo que el juicio de dos integrantes de la Corte llevó algo así como 60 ó 90 días. El juicio entre comillas de Fernando Lugo duró 24 horas. Evidentemente se violaron todas las normas del debido proceso que es lo que garantiza la legitimidad de todo juicio político, sea a un gobernante o a cualquier ciudadano cuando se lo acusa. Así que en realidad esta fue una decisión que tomó la UNASUR, pero no tomó sanciones económicas porque sabemos que las sanciones económicas no dañan a los gobernantes que violan las instituciones sino que dañan a los pueblos. Fueron sanciones únicamente de carácter político y así lo dejamos explicitado hasta tanto se realice el proceso electoral que creo será en el curso del próximo año, y es lo que esperamos todos los miembros del MERCOSUR y de la Unasur. Y realmente cuando me tocó hacer la última intervención en la reunión de la UNASUR, recuerdan ustedes que algo parecido, mucho más grave en realidad, había pasado con la República de Honduras, cuando el Presidente fue tomado en pijamas, depositado luego en un país vecino y hubo un tira y afloje entre distintos miembros. No reconocimos por supuesto al gobierno de Honduras, luego finalmente -y esto va un poquito también para Manuel- a instancias del presidente Santos de Colombia y del presidente Chávez de Venezuela, se incorporó o se aceptó al presidente Porfirio Lobo, o mejor dicho a Honduras, nuevamente en el marco de América Central y las agrupaciones que nos unen. Fíjate vos, fue una decisión, ellos dos actuaron como intermediarios, se colocaron como intermediarios Santos y Chávez y lograron finalmente para tener la unidad del bloque, para conservar la homogeneidad del bloque, muchos no estábamos de acuerdo, pero decidimos para preservar esa unidad de la UNASUR aceptar esto que fue hecho a instancias de Chávez, que había sido por supuesto uno de los que se había opuesto junto con nosotros a lo que constituyó una destitución terrible al entonces presidente. Así que realmente yo pienso que con toda la experiencia que ha tenido América del Sur y Centroamérica, con golpes de estado, por lo que significa la preservación de la democracia hay que ser muy estrictos. En todo caso si el Presidente no te gusta esperá que venga la próxima elección y que lo cambie el pueblo, pero no puede arrogarse un sector, un poder, si no lo hace con los debidos procesos y dentro de las garantías constitucionales que corresponde, la destitución de un presidente. Volveríamos a una suerte de golpe, que no dan ya las fuerzas armadas, por el desprestigio que han tenido, sino que dan las policías, como se intentó en el caso de Correa o en este caso del vicepresidente o los hombres que lo acompañaban o los parlamentarios. Si bien el de Lugo fue un gobierno –debo reconocerlo- desde un principio sin legisladores propios, fue una coalición que prácticamente no tenía legisladores, esto no obsta a que quienes no eran legisladores de su propia fuerza política pudieran respetar la constitución, porque por sobre todos, sobre los opositores, oficialistas, Presidente, Vicepresidente, siempre debe primar lo que establece la constitución.
Y ahora vamos a la respuesta del amigo Manuel de Venezuela. Tú presupones que va a perder Chávez, así que me estás preguntando qué va a hacer Chávez, es una presuposición. Yo creo sinceramente que él ha respetado siempre, es más, yo lo cargo mucho a Chávez, que es mi amigo, lo reconozco, es público y notorio. No debe haber presidente latinoamericano que haya pasado por más elecciones que Chávez, creo que lleva desde el 2009 a la fecha 13 elecciones, vos Manuel que sos venezolano te debés acordar.
                                               - El estudiante hace una acotación inaudible.
Presidenta.- No, me parece que vos sos de la oposición, tenés todo el derecho a ser de la oposición pero no a tergiversar los hechos. Vamos por partes, dijo Jack.  14 elecciones, no creo que nadie que sea antidemocrático…, y cuando en cuando le tocó perder una elección –perdió un plebiscito si mal no recuerdo- reconoció que había perdido ese plebiscito. Así que realmente creo que no hay ningún antecedente para afirmar que Chávez no va a reconocer un resultado electoral cualquiera que fuera, porque ya le tocó perder y lo reconoció. Y en el 92 en realidad el golpe de estado se lo hicieron a él. Ah, vos hablás del Caracazo. En definitiva, fue el Caracazo cuando él participó y luego hubo un intento de derrocamiento de Andrés Pérez, que después de las elecciones en que dijo que iba a hacer tal cosa provocó una situación económica que provocó el Caracazo y cientos, mucha gente muerta y terminó preso. Pero en realidad el que ha sufrido un  golpe de estado fue en el 2002 Chávez, cuando desde la Cámara de Comercio Carmona fue electo presidente por un grupo, él fue encarcelado y el único gobierno del mundo que reconoció al presidente Carmona como presidente de Venezuela fue el gobierno de los Estados Unidos. No podía ser de otro modo, of course, el Fondo y Estados Unidos. Así que en realidad yo creo sinceramente, más allá de las diferencias de estilo, de visiones, yo muchas veces discuto con Hugo, todos discutimos entre nosotros y tenemos diferentes concepciones porque somos diferentes además. Evidente la concepción, la forma que tiene de ser un argentino es muy diferente a la de un caribeño y no quiere decir que el argentino sea mejor y que el caribeño sea peor o viceversa, pero poner en duda la concepción democrática del presidente Chávez después de 14 elecciones, donde él ha reconocido cuando le ha tocado perder, no me parece justo. Yo recuerdo cuando fui por primera vez y para terminar quiero contarte algo vinculado con los medios de comunicación. La primera vez que fui a Venezuela, cuando era la Reunión de los 15 en el 2004, si mal no recuerdo, que se hizo en Caracas y que había una gran movilización de la oposición. Lo que me llamó la atención fue las cosas que decían los periódicos, los titulares del presidente. Después cuando yo fui presidenta ya no me llamó tanto la atención porque me decían cosas peores a mí que a Chávez, pero realmente creo que el clima de libertad que se vive en el sentido de que cada uno puede decir lo que se le dé la gana… por lo menos es lo que vi,  yo vi movilizaciones de la oposición, estuve de cerca mirando, porque quise ir a ver yo personalmente. Y te digo más, yo estaba muy interesada en las misiones cubanas y me fui sola a un barrio que está arriba de Caracas. No permití que me acompañara personal de seguridad,  porque quería conocer las misiones cubanas de los médicos y caí de zapatillas y vaqueros me acuerdo, en una casa del barrio Cafia, de Caracas, que es muy popular, porque no me quería llevar ni la custodia que tenía venezolana ni la mía propia. Me las ingenié, conseguí un señor que era taxista y vivía en el barrio, y él me dijo yo sé donde vive un médico que misiona en Caracas. Así fui, golpeamos una puerta y me atiende una señora muy morocha, muy mulatota,  acá viene -le dice- la señora presidenta de la Argentina que quiere conocer como es la misión y quiere conocer al médico cubano. Ella me miró fijo, me cerró la puerta, dijo un minuto, al rato apareció otra persona y bueno, corroboró quién era porque me reconoció y pasé. Al rato llegó el médico, me explicaron lo que estaban haciendo en materia de salud preventiva, como ayudaban a la gente que antes para ir a un hospital tenían que recorrer toda Caracas. Lo que hacían también las misiones en materia de alfabetización, y bueno, yo creo que es un proceso político complejo, muy completo el venezolano. Yo lo comparo con el primer peronismo, con el peronismo de los años 40 a 50, porque desató una confrontación muy fuerte en una sociedad en la cual los que tenían acceso a determinados bienes eran sectores muy minoritarios. Yo conozco Caracas, la gente vive sobre los cerros, para quienes no conocen Caracas es impresionante llegar, porque cuando uno llega por la noche parece estar rodeado de montañas de luces y cuando amanece ve que son infinidad de barrios, de casas pegadas unas a las otras donde viven cientos de miles de caraqueños. Y cuando fue el golpe contra Chávez, cuando lo tomaron preso, del palacio Miraflores lo llevaron no sé adónde y se erigió como presidente Carmona, me cuentan -y pude ver la película, el documental que se filmó- que miles y miles de caraqueños bajaban de esos morros para defender lo que ellos creen que es quien los representa y los defiende, con todo el derecho que tienen otros sectores de la población a sentir exactamente lo contrario, pero eso es la democracia. Saber que se puede pensar diferente y no por pensar diferente, como sucedió durante las verdaderas dictaduras, desaparecías, te torturaban y te mataban. Eso afortunadamente en América del Sur ahora no sucede y vos, Manuel, ¿cuantos años tenés? No sabes lo que eso significa, vos naciste en una América del Sur democrática, no sabés lo que era tener 22 años cuando yo los tenía, daba miedo ser joven, ser joven era pecado, era sospechoso.
Por eso digo que lo importante y finalmente para todos es comprender la diversidad. No tolerarla, a mí la palabra tolerancia no me gusta, tolerancia significa que me lo tengo que aguantar porque no tengo sobre medio y cuando puedo le doy un golpe en la cabeza, a eso me suena la palabra tolerancia. A mí me gusta la palabra aceptación, aceptar al diferente, aceptar que hay gente que piensa diferente, pero no solamente dentro de nosotros mismos. Y ya saliendo de América del Sur y de Venezuela y para finalizar, me parece que lo más importante que nos está pasando en el mundo, lo decía ayer cuando lamentaba y condenaba una vez más la muerte de Christofer Stevens, que era el embajador estadounidense en Libia. Yo creo sinceramente que tenemos que tener una percepción más amplia del mundo, entender que hay gente que si bien nosotros defendemos la democracia, esta forma en que vivimos, esta forma en que nos vestimos, esta forma en que sentimos, hay  gente que siente de otra manera. Yo no me quiero nunca poner nunca un chador, ni me lo pienso poner, vos seguramente nunca te vas a poner un turbante ni vas a pensar que la mujer tiene que caminar dos pasos atrás tuyo porque vos vas  a querer ir con tu novia o tu mujer del brazo, pero tenemos que aceptar que hay gente que piensa de esa manera y quiere vivir de esa manera. Esto es clave para entender el mundo actual. Y sobre todo para lograr construir un mundo más seguro. En la medida que podamos aceptar que hay gente que quiere vivir de manera diferente, sin agredirnos a nosotros por supuesto, pero nosotros también sin agredirlos a ellos; en un marco de respeto, de aceptación, de pluralidad y diversidad, yo creo que muchos de los problemas que hoy vemos como insolubles se van a poder desatar y sobretodo volver a rescatar un valor que fue el que informó a toda la civilización occidental a través de la revolución francesa, a través de la revolución aquí en Estados Unidos, y todas las revoluciones que se dieron emancipadoras en toda la América, que fue el valor de la igualdad, un valor que hoy está pisoteado. Está pisoteado hacia dentro de las sociedades, donde todavía conviven desigualdades de gente que no tiene trabajo, no tiene dónde vivir, no puede estudiar, frente a los que lo tienen todo. Y las desigualdades de las naciones, donde quienes tienen mucho poder pueden violar las resoluciones de Naciones Unidas, como por ejemplo Inglaterra. Y finalizo con Malvinas. Inglaterra, miembro permanente del Consejo de Seguridad, tenemos una resolución, tenemos 20.000 resoluciones de Naciones Unidas, del Comité de Descolonización, desde el año 1965 que instan al Reino Unido a dialogar, no a decir que les den las islas a la Argentina que tiene razón, no, a dialogar entre Argentina y el Reino Unido. Nunca fueron respetadas. El año que viene se cumplen 180 años de la usurpación del Reino Unido de nuestras islas Malvinas, un reconocimiento unánime de la soberanía de toda la América y de gran parte del mundo porque obviamente si nos se han votado la resolución en Naciones Unidas es porque entienden que hay una cuestión de soberanía. No hemos logrado ni siquiera un diálogo. ¿Y cuál es la razón? Que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y socios de la OTAN, de Estados Unidos y por lo tanto pueden violar lo que dice Naciones Unidas. Sin embargo todo el resto de los países, que no somos miembros permanentes del Consejo de Seguridad tenemos que respetar a rajatabla –y yo estoy muy orgullosa de ello- cada una de las resoluciones de Naciones Unidas. Allí tampoco hay igualdad. Mientras persista esta desigualdad social y global vamos a estar lejos de las soluciones que estoy segura la mayoría de los habitantes de este planeta desea para vivir más tranquilo y seguro él y sus hijos y poder venir como, están todos ustedes hoy,  en esta magnífica tarde, a Georgetown a escuchar a una presidenta de la América del Sur. Muchas gracias y muy buenas tardes a todos.

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