CUANDO PERON ERA CANGALLO
De Jorge Marziali
Ayer cuando Perón era Cangallo
había un tipo muy particular,
que después de copar Plaza de Mayo
sacudió la modorra nacional.
Era un tipo para odiarlo hasta la muerte,
Pa’ quererlo a los gritos con pasión.
Algunos ya lo hicieron avenida
y otros no quieren ni tirarle ni un cordón.
Este tipo que yo digo
no era el viudo de una santa
no era el gil de una atorranta.
Este tipo era un Don Juan
Seduciendo multitudes
al compás de una marchita
que esperaba con corcheas
combatir al capital.
Ayer cuando Perón era Cangallo
un tipo con razón y sin razón
te cantaba al revés las serenatas
en pleno día y desde arriba del balcón.
El coso era un imán pa’l laburante,
un imán especial pa’enloquecer.
La brújula falaz de unos sabihondos
que siempre entraban tarde a la “suaré”.
Era un bombo, una pintada,
una foto en el ropero,
la campera y la cultura
de picar siempre primero.
La sonrisa, la gomina
y la cancha de Gardel.
La pasión y una doctrina
Que no acaban de leer.
Socialista, fascista, populista,
todos los “istas” le cabían de un tirón.
Etiquetas para explicar un fato
Que para el vulgo no precisa explicación.
Un católico de hostia prohibida,
Un milico pacifista y, a la vez,
Un “tirano” al que votaban todos,
el yo descamisado de un burgués.
Cuantas distintas miradas
pa’ poderlo interpretar.
Montoneros y la vieja
Burocracia sindical.
Militantes de las bases
y guardianes de algodón.
El País era un quilombo
¿o el país era mejor?
Ayer fuimos el odio y el abrazo
y hoy somos con razón la sin razón.
Mañana cuando truene el escarmiento
verás que en estos vientos
navega JUAN PERON.
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