Algunos dicen que la verdadera dificultad está en decir la verdad; según creo si existe algo más arduo, es decir la verdad cuando se ha mentido. Desde este enfoque cabe reconocer la grandeza humana en la rectificación y abrir las puertas de la sinceridad.
Hay un generosidad instantanea que nos ayuda a separar los motivos que llevaron a esta enmienda, para poder apreciar la saludable presencia de lo cierto. Esto es lo que, por lo general, hace "la gente de bien".
Tal vez yo no sepa ser "gente de bien" y mi generosidad se supedita al motivo, al detonante de la rectificación. Así, cuando el remordimiento, la culpa, la imposibilidad del autoengaño empujan al mentiroso a desdecirse, emerge mi mejor reconocimiento y, como no, destellos de respeto, porque es, sin duda, un trance difícil y que pone en jaque a un sinfín de emociones que se entremezclan y nos ayudan a crecer, a ser mejores. ¿Quién de nosotros no ha lididado en esa batalla?.
Ahora bien, la verdad tras la mentira, inducida por la presión externa, inevitable, constante y necesaria... conduce al individuo, según mi opinión, a un estado, no ya de grandeza o respeto, sino a un pinocho amenzante, al que estar atentos, ya que la ausencia de presión externa le hubiera permitido la manifestación incierta, falsa, por secula seculorum, y nada habría en su corazón que pintara un "pepito grillo" aleccionador... tal vz sea cosa de eso que llaman "alma"...
Si a la "presión externa" le llamamos peronismo en activo armado de legalidad que posibilita el camino de la justicia social; si en vez de pinocho ponemos a Andreotti, y si en esta ocasión nos referimos a la rendición de cuentas... entonces, hablamos de San Fernando.
Finalmente, gracias a la incasable tarea de Concejales, militantes, Agrupaciones y ciudadanos comprometidos, el señor contador no ha tenido más remedio que desdecirse de las insustanciales y desacreditadoras palabras que esgrimió, aceptando el estado de cuentas del Municipio para lo que se definió y se define como un "trasvasamiento ordenado", y que desde el pasado 10 de diciembre el oficialismo ha calificado como "de poca transparencia", "falta de fondos", "malversación"...
Es agradable que apruebe estas "horribles cuentas", rectificando su actuar y admitiendo tácitamente lo que en su momento calumnió para desprestigiar la labor de la gestión anterior, en resumen, que el equipo municipal realizó una exacta descricpción de los números desde el primer momento: unos 40 millones de pesos de libre disposición. Así cerró sus cuentas el equipo del ex-intendente Amieiro, y así ha sido reconocido, finalmente, por el Intendente Andreotti.
¿Para mi?... sin vestido de gala, ni grandeza ni respeto, sólo el fruto del buen trabajo realizado por todos aquellos que siguen respetando la verdad para que se haga justicia.
10 de junio de 2012
Carmen Espadas
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