El peronismo y una nueva fase de su rica historia
EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR:
NUEVOS ESCENARIOS, NUEVOS PROTAGONISTAS.
“Los mensajes de Cristina Fernández en Vélez el 26 de Abril. “ por Ramón Alberto Esteban
Apenas terminado el acto escribimos y hoy reiteramos: “Como ya lo dijimos el Movimiento tiene JEFA y hay discurso, hay “línea” y la línea para los peronistas se transforma en directiva: UNIDAD Y ORGANIZACIÓN, sin egoísmos, realizando el Trasvasamiento Generacional, para asegurar el Proyecto de Liberación de la Patria en Unidad de los argentinos.”
A las pocas horas y días con ansiedad y satisfacción comprobamos que somos muchos los que le otorgamos a las palabras y a la acción de CRISTINA (pensamiento y acción) una trascendencia especial en la coyuntura política pero especialmente en el fortalecimiento de los pilares de un tramo que se avizora fundacional en la historia patria.
Para hacer honor a la invitación del blog: espacio de encuentro, diálogo y reflexión propongo la lectura y análisis de los aportes de cuatro pensadores y periodistas (algunos peronistas otros no sé), que proponen, cada uno, consideraciones presentes y especialmente delineadoras de futuro político dignas de conocer.
No reproduzco todo los artículos, solo extracto lo que considero, a mi leal saber y entender, lo más conducente al análisis y al hacer político.
I.-
Tres pistas de cara al futuro (sobre los mensajes del acto de CFK en Vélez. Por Pablo D. 28 de Abril de 2012
Dijo, Cristina, no textual, entre otras cosas, lo siguiente, como más importante a mi criterio:
1) “No somos eternos, estamos viejos, ustedes tienen que ser la custodia de todo esto de acá en más y no permitir que se dé un solo paso atrás”.
2) “Hay que pensar nuevas formas de intervención del Estado, adaptada a los tiempos modernos, pero dejando en claro que para siempre el Estado va a ser el que conduzca”.
3) El agradecimiento –por segunda vez en pocos días- a las fuerzas legislativas opositoras que decidieron acompañar el proyecto de expropiación de YPF.
Podemos creer que ninguna tiene que ver con la otra; o podemos –yo quiero hacerlo- hacer el esfuerzo de suponer que a todos ellas las une un hilo conductor. No voy a insistir en abundar con mi convicción de que la dimensión de estadista de la Presidenta Cristina Fernández se puede rastrear en su capacidad de articulación de distintas variables en función de la construcción de un trazo proyectivo que las vertebre. (…)
II.-
La capacidad de liderazgo de CFK y el reordenamiento del tablero político también es reconocido, con otro relato, por Horacio Verbitsky, quien escribió en Página12 el domingo 29 de Abril con el título “Lo imposible se hace obvio – La significación autoevidente” lo siguiente:
“Pocas cosas son más representativas del genio político que el planteo de asuntos inimaginables que luego se incorporan con naturalidad al sentido común. Este ha sido un rasgo distintivo del kirchnerismo. La política de derechos humanos, la renegociación de la deuda pública, la ruptura con el ALCA, la recuperación del sistema previsional de manos de los bancos, la ley de servicios de comunicación audiovisuales, el Fondo de Desendeudamiento con reservas del Banco Central y la reforma de su Carta Orgánica no produjeron menos estupor que la decisión presidencial de recuperar el control de la principal empresa del país. Cuando lo imposible se transforma en obvio el tablero político se reordena con facilidad. Hechos tan diversos como la actualización jubilatoria semestral, los festejos del Bicentenario, la Asignación Universal por Hijo, el reclamo de negociación por las Malvinas y ahora la recuperación de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales ejemplifica la capacidad de Cristina en concentrarse en proyectos de impacto masivo y significación autoevidente. (…)”
“(…) A la identificación certera de cuestiones que inciden en la vida cotidiana de la mayoría y deciden su voto, Cristina suma una vocación didáctica infrecuente, al menos desde la muerte de Juan D. Perón. Los discursos recientes en los que se refirió al caso de YPF no fueron anecdóticos ni formales sino ceñidos a las cuestiones de fondo.”
III.-
La percepción que el reordenamiento del tablero político consecuencia de la gestión de Néstor y Cristina ha venido para quedarse y hasta tal punto, que condicionará futuras gestiones gubernamentales y políticas, es uno de los datos que aporta la pluma de Mario Wainfeld en su columna de Opinión del domingo 29 de Abril en Página 12. Para entender y profundizar este cambio de época, que muchos avizoramos, también sugiere una mirada menos estática de la sociedad. Entre otras cosas escribió:
“La sesión del Senado y el acto de Vélez conforman una semana redonda para el oficialismo. Si se suman a la cosecha obtenida en las elecciones de Octubre y a la consiguiente primacía en el Congreso, ubican al Frente para la Victoria (FpV) en un sitial notable. Ninguna fuerza política tiene su capacidad de gobernar generando cambios históricos, ninguna su consenso social, ninguna puede promover una movilización como la del viernes.
La mayoría de los dirigentes políticos de la oposición dan señales de haber tomado nota de que la etapa kirchnerista no es un simulacro, ni una sucesión de cortinas de humo, ni un rosario de manotazos a “la caja”. Es un genuino cambio de época, que signará a futuros gobiernos, de cualquier signo. Si algún adversario desplazara al kirchnerismo de las preferencias ciudadanas en 2015 contará con un Estado más poderoso, con disponibilidades de recursos impensables en 2003, con resortes básicos de la economía (Banco Central, Ansses, YPF sólo para empezar). Deberá hacerse cargo de la vigencia de las partitorias anuales y de la Asignación Universal por Hijo. Y más le valdrá no tratar de desmoronar esa herencia, sino de mejorarla porque sus consecuencias son patrimonio de una sociedad civil activa, celosa en la defensa de sus derechos y muy poco predispuesta a resignar conquistas. Sólo dos tragedias nacionales (de diferente matriz, intencionalidad y porte) consiguieron domesticar la clásica voluntad reivindicativa de los argentinos: la dictadura genocida y el desmadre económico producido por las hiperinflaciones en democracia.
Sin el concurso de esos azotes bíblicos es inimaginable una vuelta lineal al pasado. El kirchnerismo corrió la raya, amplió la esfera de lo real disponible… y eso vino para quedarse. Que lo registren otras fuerzas políticas es un triunfo del oficialismo, del sistema político todo y también un desafío para todos sus componentes. (…)”
“(…) Ante cada uno de los cambios de la matriz económica del país brotaron presagios de catástrofes, estancamiento, recesión, estanflación, amén del aislamiento internacional. Hasta ahora, ningún pronóstico fue corroborado, mayormente la audacia fue redituable, lo que jamás debe traducirse con aquel apotegma de “estar condenado al éxito”. El éxito no es eterno, sino sujeto a vaivenes con el correr del tiempo. Lo sólido puede mutar a líquido o devenir eventualmente volátil. Todo cambia, todo fluye y más vale que la acción política registre el dato y se (re)adecue en consecuencia. (…)”
“(…) Nunca faltan quienes critican la inocuidad o hasta la inutilidad de los actos de masas. En general las profieren personas profanas en política. Los actos (si salen bien, que es todo un arte) renuevan lealtades, infunden mística, ratifican identidades, miden aptitudes de los aliados. Y emiten señales hacia fuera: el kirchnerismo no sólo llena las urnas, la presidenta conserva predicamento y legitimidad, sangre joven renueva el peronismo tradicional. Se justificaba la emoción de Cristina Kirchner, que más promovió que soportó acercamiento a los asistentes (que la estrujaron de lo lindo, aunque también cuidando a la líder, que es mujer). (…)”
“(…) El regreso del Estado es un reto para todos los que bregaron por esa bandera. El acumulado del kirchnerismo en nueve años es notable y hasta asombroso. Pero no es un punto de llegada, sino (parados en el día de hoy) de partida. Los que mejoraron aspiran a más, los que quedaron rezagados (que son millones) aspiran a recuperar posiciones. De eso se trata, de ir por más en el Gobierno, con una sociedad vivaz y demandante que hace suyo el proverbio: donde hay una necesidad, hay un derecho.”
IV.-
La cuarta contribución al debate la aporta Hernán Brienza desde su columna en Tiempo Argentino con el título “Ultimas boticas del kirchnerismo” el domingo 29 de Abril.
Desde una perspectiva menos periodística más militante profundiza los rasgos de cambio de época que anunciaban los anteriores “escribas” anunciando el inicio de una nueva fase del movimiento nacional, digo yo de una actualización del peronismo.
Punzante y profundo, Brienza conmueve las certezas orgánicas de los militantes y promueve una lectura revolucionaria del acto de Vélez que seguro está más cerca de la realidad que las operaciones de los “usuarios de Juan Domingo” que resisten sumarse a la nueva ola de la historia patria que el General Perón tantas veces anunció.
Transcribo, para mí, lo más significativo:
“La Presidenta apeló a la perspectiva histórica para advertir a las más de 100 mil personas que emocionadas escuchaban sus palabras, que los líderes no son eternos. Y que son los más jóvenes los únicos herederos del kirchnerismo. También durante su alocución volvió sobre la reivindicación pública de todos los hechos producidos en esta clara cuarta etapa histórica del movimiento nacional y popular en la Argentina, tras el federalismo, el irigoyenismo y el peronismo.
Se impone, tras el primer acto masivo exclusivamente kirchnerista - es decir sin convocatoria de la CGT ni del PJ orgánico, sino solamente de agrupaciones nacidas al calor de esta nueva etapa – una revisión de la naturaleza y perspectiva del proceso originado en el ámbito nacional el 25 de Mayo de 2003. Incluso la elección de la fecha de la convocatoria, el 27 de Abril en vez del 11 de Marzo, posee un llamado fundacional y fundante: debía tratarse de un día que ya no estuviera significado por el peronismo histórico, porque lo que se buscaba era diferenciar claramente que se trataba de otra cosa, que era una continuidad pero que debía tener sus símbolos, sus calendarios y sus imágenes propias. (…)”
“(…) El kirchnerismo combina los tiempos serenos con procesos de transformaciones profundas. Los primeros sirven para extender su legitimidad hacia otros sectores de la sociedad que tienen otras identidades ideológicas. Los segundos para recordarles a los propios el por qué de su existencia política. Y también para recordárselo a los ajenos. (…)”
“(…) Por último, Cristina Fernández, la mujer que la historia se encargará de reconocer en toda su dimensión, aseguró que los jóvenes “son los custodios del legado histórico”. Perdonen que concluya esta nota con un dejo un tanto melancólico, pero sus palabras me trajeron una música de lejos. Me recordó a aquellas viejas palabras peronistas de “mi único heredero es el pueblo”. Debe ser que estoy un poco viejo ya. Por lo pronto, lo cierto es que, hoy por hoy, Cristina es para miles y miles de jóvenes “la única heroína en este lío”. (…)”
Cuántos debates sobrevendrán: certezas de lo que hicimos, incertidumbres del tiempo por venir.
Como hay continuidad ideológica e histórica en este nuevo tiempo con el peronismo quiero incorporar el pensamiento de Perón a las conclusiones:
“Armados de una sólida verdad (agrego, el pensamiento y la acción: la conducción de CFK) afrontaremos cualquier contingencia favorable o desfavorable”
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